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Lucha contra la pobreza y la exclusión social

Partimos de que el criterio de proximidad es la mejor vía de solución y
continuidad para incidir positivamente en la inclusión de los colectivos más
desfavorecidos. Por este motivo, consideramos imprescindible articular una serie de recursos alrededor de las entidades vecinales y culturales como agentes de
proximidad más directos, con mayor trayectoria como centros de referencia
vecinal, basadas en el consenso y el diálogo.

Nos guiamos por el criterio de las tres “A”: Acogida, Acompañamiento y Ayuda
para organizar medidas y recursos para la inserción, organizados en itinerarios
personalizados, pactados entre vecino y técnico, que se piensan como el medio
para poder lograr una integración en un sentido amplio, promoviendo la autonomía
a través de la cobertura más básica y de inserción socio laboral.

Proyectos vinculados:

Inserción Sociolaboral  es el eje central del proyecto y pretende articular, a partir de itinerarios personales, una serie de recursos, tanto de la propia persona como de la comunidad a la que pertenece para conseguir un trabajo digno y suficiente que le permita insertarse en las redes sociales normalizadas.

El proyecto de inserción sociolaboral tiene una doble vertiente:

Tutorías Individuales, basadas en acogida, primera entrevista, valoración técnica
inicial, diagnóstico de empleabilidad, plan de trabajo y seguimientos, y

Dinámicas grupales, con nuestro Taller de Inserción Laboral Digital, y la Feinateca
Rebost Solidàrio: es un servicio de soporte técnico de alimentación y productos de
higiene personal y del hogar, desde el que trabajamos la autonomía y la
normalización evitando la pérdida de la dignidad (ni colas, ni lotes
preestablecidos).

Voluntariado: son grupos configurados por la propia vecindad de Rubí, teniendo
en cuenta la diversidad cultural del territorio donde se desarrolla el proyecto. Los vecinos colaboran voluntariamente o como medida de contraprestación, en el
ámbito de acogida, organización de actividades e información.

También se encargan de la sensibilización y dinamización comunitaria, con la
impartición de talleres y cursos de alfabetización en inglés, catalán y castellano.

Ámbito de intervención

Trabajamos a favor de la inclusión social de los colectivos más vulnerables,
ofreciendo una adecuada atención a los nuevos perfiles y a las nuevas situaciones
de pobreza que surgen.

Fomentamos y gestionamos nuestros voluntarios y voluntarias vinculados a
proyectos de lucha contra la pobreza y la exclusión social.

Seguimos trabajando para paliar los efectos de la pobreza en las familias con
menores a cargo y para la inclusión social de los colectivos más vulnerables y/o
provenientes de núcleos familiares desestructurados.

Necesidades del Proyecto

En los últimos años, la pérdida de trabajo ha desestabilizado las economías
familiares.

En la ciudad de Rubí, la tasa de paro es del 25% (IDESCAT, 2013), cifra que
esconde situaciones de vulnerabilidad en núcleo de las familias, en especial en
aquellas que nunca se habían encontrado en una situación similar. La crisis ha
afectado no sólo a las economías, sino en el estado anímico y personal de las
personas afectadas.

A la vez, la pérdida de tejido empresarial, la flexibilización de ciertas políticas
sociales y las nuevas políticas de austeridad han generado que los agentes del
Segundo y Tercer Sector y la sociedad civil tomen más conciencia y aumente el
grado de sensibilización y de implicación hacia la solidaridad y ayuda.

Las miras hacia proyectos sociales de proximidad reciben una nueva atención,
entendidos como medio eficiente para mejorar la calidad de vida de las personas
que se ubican dentro de los barrios, puesto que el apoyo mutuo es un beneficio
para todos los vecinos y vecinas.

Los marcos de actuación territoriales de esta iniciativa se llevan a cabo siguiendo
el criterio de proximidad, donde queda más patente la desigualdad social, en
especial en aquellos territorios con deficiencias estructurales con indicadores
elevados de población migrada y altos índices de precariedad.

En los últimos años hemos podido constatar el aumento de demandas de la
población local a las entidades de Trabajo Social, pasando del 20% al 40% de
vecinos que se encuentran por primera vez en una situación de vulnerabilidad.

Con nuestro trabajo intentamos mantener y aumentar nuestra capacidad de
intervención y asistencia técnica y social (que no asistencialismo), entendiendo las
necesidades de resistencia y resiliencia de los nuevos perfiles de las personas en
riesgo de exclusión social y pobreza, lo que nos lleva a diferenciar las políticas generales de atención social con el tratamiento personalizado de la persona que
se encuentra sin recursos suficientes.